Publicar un libro en los tiempos del Neoliberalismo
Paola Jauffred //
Autores como Ezra Pound, Mark Twain, Virginia Woolf, Edgar Allan Poe, Rudyard Kipling y Walt Whitman, por nombrar algunos, optaron en un momento u otro de sus carreras por acudir a una editorial independiente.
Ya desde aquellos tiempos previos a las políticas neoliberales que hoy día dictan los criterios de las grandes editoriales, los editores independientes habían probado ser una necesidad. Cabría pensar que en la actualidad son indispensables para la supervivencia de la literatura.
Qué son las editoriales independientes
“Una editorial independiente, en su definición oficial, es la que se dedica a no hacer negocio con los libros, a hacer propuestas muy creativas enfocadas al arte por el arte, ya sea por su contenido innovador o por la creación de libros objeto”, explica Merari Fierro, directora de Endora ediciones.
Pero agrega que en los tiempos que corren, ante la realidad de la globalización, el concepto de lo que son las editoriales independientes ha evolucionado.
Ya no sólo podrían definirse como empresas en busca de propuestas nuevas, sino como aquellas casas de edición que logran no ser absorbidas por las grandes trasnacionales.
Consorcios editoriales
“El mundo literario no ha quedado exento de los efectos producidos por el nuevo orden económico del mundo”, explica la editora.
Muchas de las que antes fueran simplemente editoriales exitosas iniciaron un proceso de expansión. Las casas más grandes compraron a las casas de menor tamaño y así comenzaron a formarse los grandes consorcios que actualmente acaparan el mercado.
Las dificultades de publicar un libro
“Uno de los principales intereses de las grandes editoriales son las ganancias,” dice Fierro, “tienen tan definidas sus colecciones que toda propuesta literaria que no entre en sus esquemas queda excluida, independientemente de su calidad.”
“Estos consorcios editoriales tienen una línea que viene desde arriba… digamos desde Suiza, y esta línea no necesariamente coincide con los intereses de los lectores de países latinos” añade Fierro, cuya experiencia editorial inició temprano en el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes en México.
El acceso que los autores tienen a la publicación, por tanto, ha quedado restringido hasta cierto punto y con ello la diversidad en las opciones de lectura.
Es esta realidad la que ha dado un nuevo valor a las editoriales independientes.
Servicios editoriales y contra cultura
“En estos tiempos”, dice Merari Fierro refiriéndose al esnobismo con que se suele mirar a las pequeñas editoriales, “publicar en una editorial independiente no es denigrante ni es aquella cosa bohemia. Comenzó como contra cultura y se ha ido abriendo tanto como el mismo término.”
Y es que las editoriales independientes toman riesgos que resultarían impensables para las grandes trasnacionales. Con ello llevan a cabo la labor de llenar el vacío creado por algunas de las políticas culturales de aquellas.
Comprar un libro por su portada
“Las grandes casas editoriales se enfocan en el libro ‘popular’, el que se vende en grandes tirajes y que es comprado más por el nombre del autor que por su contenido.”
La escritura local, en cambio, y las propuestas novedosas, tanto en diseño como en contenido, son acogidas por las pequeñas editoriales independientes.
La búsqueda de negocios rentables
Con todo, una de sus mayores dificultades es salir del paradigma de “el arte por el arte”, explica la dueña de Endora ediciones, para asumir un esquema de negocio que les procure el sustento económico esencial.
“Creo que las editoriales independientes que tienen hoy éxito o que han permanecido, son aquellas que logran combinar ambos esquemas: arte y negocio”, dice Fierro.
En cuanto al problema de la difusión, señala que es un reto que se extiende a todo el medio editorial.
“Por fortuna el desarrollo de internet permite la difusión gratuita y dirigida, y sólo requiere de la creatividad que un editor independiente pueda ejercer sobre la web.”
Librerías y su oferta idéntica
Una mayor dificultad para las editoriales independientes, considera, son las librerías:
“Las librerías se han vuelto clones unas de las otras, en todas ellas se encuentra la misma oferta literaria. Además, se quedan con el cuarenta por ciento sobre el precio del libro, lo cual impide a una editorial independiente usar ese dinero para invertir en publicidad.”
Funcionamiento de las editoriales independientes
La forma en que Endora ediciones y otras editoriales independientes afrontan este problema radica en su funcionamiento:
“Generalmente se tienen dos formas de atraer recursos, por medio de la edición de autor (el autor pone el dinero), o por medio del apoyo de otras instituciones, casi siempre gubernamentales.”
BABEL, Encuentro de autores, editores y lectores
Pero el mundo de las editoriales independientes es más grande de lo que se sabe, principalmente en México, España y Colombia.
Tanto así que en mayo de 2016 se celebró en CDMX el encuentro Babel, para autores, editores y lectores. Este mismo encuentro se repetirá el próximo año en Puebla.
Queda entonces claro que aún sin los mecanismos de los medios publicitarios y sin grandes recursos, las opciones literarias, por fortuna, continúan existiendo.