Sobre la abundancia

WAYNE W. DYER

La abundancia es un principio universal, el cual una gran mayoría de nosotros no experimentamos porque lo malinterpretamos. Tenemos entendido que consiste en poseer cosas y en esforzarnos por obtener más. Pero en realidad la abundancia significa la comprensión de que nuestra eternidad y nuestro universo son infinitos. Es una forma distinta de ver las cosas. Siempre me ha gustado la historia del pequeño pez que a continuación cito como ejemplo de lo que he defendido:

-Perdone -dijo un pez a otro. Usted es mucho mayor y experimentado que yo y seguramente podrá orientarme. ¿Sabría decirme dónde puedo encontrar eso que llaman océano? Lo he estado buscando, pero no he tenido suerte.

-El océano -contestó el viejo pez, es donde usted está nadando en este preciso momento.

-¡Pero si esto sólo es agua! Lo que yo busco es el océano -replicó el joven pez, bastante decepcionado.

Lo mismo nos ocurre a las personas. Nos hallamos sumergidas en la abundancia. No tenemos por qué seguir buscándola. Por mucho que el pequeño pez se aleje del mayor nadando, nunca se saldrá del océano. Resulta tan abundante para él como para nosotros.

Decida cómo quiere vivir cada uno de los días de su vida. Por el mero hecho de preguntar, la abundancia ya es suya. No es sólo para que la disfruten unos pocos afortunados. La abundancia forma parte de su propia calidad humana. Está ahí para que usted sintonice con ella. Aquello en lo que usted piense en este preciso momento ya se está expandiendo para usted. En último término, de usted dependerá la puesta en práctica de sus pensamientos.

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