Persona, personalidad y sub-personalidades

Juan Angel Moliterni

© Ferry Gabriel

La naturaleza de la realidad es, fundamentalmente, un sistema de oscilantes pautas de energía; en el tiempo o el espacio nada es sólido, seguro y fijo, ni existe por sí solo sin relación con todo lo demás. Nuestras relaciones nos dan oportunidad para devenir. Cuando están en estrecho contacto con otras personas, especialmente cuando mantienen relaciones sexuales con ellas, comparten su vida o interactúan vigorosamente con ellas… entonces tiene lugar un intercambio de energías. Influyen sobre esas personas, y ellas influyen sobre ustedes. Su presencia hace que se comporten de modos sorprendentes para ustedes porque están activando partes suyas, que están latentes, o abriendo nuevos canales de expresión. 

Necesitan prestar especial atención a “nutrirse” (prodigarse cuidados) aceptando y expresando su personalidad. Cualquier intento para satisfacer las necesidades superiores del Yo, sin poseer y satisfacer primero las necesidades instintivas fundamentales, puede hacer que se engañen y engañen a los demás. Las necesidades de la personalidad deberán primero ser respetadas antes de que se las pueda trascender.Se necesita cooperación entre la personalidad y la persona. Este es un principio importante: la transformación de lo que sus “egos” expresan, cultivando una actitud de auto-aceptación y tratándose con ternura y compasión.

Cada sub-personalidad es positiva y negativa, constructiva y destructiva. Si la ignoran, la reprimen o se rehúsan a encontrarle salidas constructivas, clausuran una parte suya que es importante, obligándola a operar de manera subliminal, y de ese modo, limitando la energía de la que disponen para servir a sus fines conscientes. Esperan demasiado de ustedes mismos cuando esperan manifestar conductas sanas, virtuosas y altruistas en todo momento.

Por ello, independientemente de percibir las subyacentes necesidades, también pueden empezar a apreciar algunas cualidades de sus sub-personalidades que les disgustaron, descubriendo cómo esas cualidades se relacionan integralmente con cualidades que les gustan.

Por ejemplo, sus demandas de amor pueden ser el otro lado de su capacidad para dar mucho amor… otro ejemplo, su tendencia a recogerse dentro de ustedes mismos, puede ser el otro lado de su capacidad para formular sus pensamientos, comunicarse eficazmente en su trabajo, y escribir con claridad y coherencia. Ciertamente, es probable que perciban, en quienes les rodean, cómo les gustan y disgustan las cualidades que se manifiestan en la misma persona.

[…] Ser tú mismo es algo que te sucede naturalmente. Mientras no sea así, no podrás dejar de aferrarte a tu mente. Atrévete a ser Aquel para el que fuiste creado.

Actuar desde nuestro Yo central y mantener nuestra consciencia de todas nuestras partes no significa renunciar a la espontaneidad; más bien, eso nos ayuda a desarrollar una consciencia dúctil.

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