Artistas muertos (fracasados) -3-

Manel Costa / Curro Canavese

EOLO FLATU LENTO (Pintor de los vientos)

n un soplo nace Eolo, en Corrientes del Mar, transcurre el año 1899, es una mañana fresca, cuando los vientos traicioneros de su padre, Don Ventoso Flatu (ventilador de asuntos internos),provocan la rotura de aguas y el parto adelantado a Doña Dolores Lento (buñuelera).

Entre bajas marejadillas, ventosidades y vendavales espesos, crece el pe- queño Eolo, de un lado para otro, como una veleta, sin centrarse en nin- gún espacio en calma, hasta que un ventarrón lo traslada a Molinos de los Vientos, donde conoce aires nuevos y frescos.

Influenciado por su ambiente familiar, nuestro joven artista trabaja en sus primeras obras, aunque un tanto volátiles y sin mucho peso realiza la serie “Aires condicionados“, lo que le supone un éxito de ventas, am- pliando la serie con la obra “Ambientadores”. Con este dinero, Eolo viaja, analiza y toma apuntes del aire en movimiento.

Ya en su estudio, el artista trabaja con sus aires, y juega con sus obras en el túnel del viento, imprime sus telas con flujos de aires supersónicos que arrancan sus cejas, dibuja vientos en chorro que chorrean por su rostro, las perturbaciones viajeras le ladean las ideas, mientras huracanes, vientos alisios, anticiclónicos, corrientes estacionales, vientos polares y brisas marinas le inspiran. Un pequeño tornado le hace subir, girar y crear esculturas en espiral, aquí cojo un torbellino y allí una corriente. El artista de vientos se divierte en su túnel; por el sur goza con un monzón pintándolo a la velocidad de la luz; ama a sus tormentas asociadas con vientos de hiper-velocidad aerodinámica; una calma chicha le deja meditar sobre sus pinturas de ciclones; diseña una rosa de los vientos; juega con un satélite artificial y sus mil anemómetros. Tras un descuido, un viento dominante casi lo estampa contra la pared. El artista de

vientos domina los flujos estacionales, sus motivos alisios los termina con brisas deliciosas, compone y vuela con un huracán originado en la latitud 25° de noroeste; sus cuadros de torbellinos, en forma de pequeños cúmulos ecuatoriales y aires procedentes de chorros ocasionales, le hacen planear. Pinta marinas con marejadas y marejadillas, mareas altas que le elevan sus composiciones y bucea con sus cuadros entre las presiones en calma chicha.

El artista de vientos, después de reunir y admirar sus obras, quiso algo más, miró al vacío exterior de su estudio y vio una pequeña mariposa pegada al cristal, abrió su taller para cogerla y voló toda su obra.

El artista de vientos, hundido, sin obra ni rumbo, lo deja todo y se dedica a las mariposas. Pinta mariposas de colores por esos campos de vientos; la graciosa mariposa verde que origina los ciclones, la azul de alas plateadas de calmas chichas, la violenta amarilla de tornados y torbellinos, la marrón y asesina que origina el caos…

Ya mayor y enfermo del vientre, Eolo se siente mal, tiene flatulencias in- termitentes, consigue con mucho esfuerzo evacuar un pedo continuo, y como un globo que se desinfla, Eolo recorre los espacios con mil rumbos. Del artista sólo se encuentra el pellejo, de su obra cuadros vacíos, y en el suelo un millón de mariposas muertas.

La fecha de su muerte voló también en la ventisca.

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