Literoscopio

© Alberto Palomera

Literoscopio nació como un proyecto para incentivar la lectura en la Biblioteca del Poder Judicial del Estado, un hermoso recinto al que asistían de manera casi exclusiva trabajadores de la instancia para hacer consultas sobre materias específicas. Hoy en día esta biblioteca sigue siendo el hogar fijo del proyecto, que se ha vuelto itinerante, y ahora amas de casa, alumnos de distintos niveles, así como profesores y público en general asiste a nuestras sesiones cada quince días. Nos alegra ver como la biblioteca vuelve a ser un espacio para la imaginación, la creatividad y el conocimiento que no se limita a una especialidad.

 No ha sido fácil crear un espacio amigable para captar potenciales lectores de edad adulta, sobre todo porque existe el prejuicio de que leer es no estar haciendo nada, una pérdida de tiempo o que es una actividad reservada para los estudiantes, los niños y los jóvenes o que debería limitarse a la lectura de noticias y temas selectos acordes a la profesión del lector. Seguimos aprendiendo cómo llamar la atención del lector entre 18 y 55 años de edad, abordando temas que como individuos están presentes en nuestro día a día -violencia, estrés, equidad de género, dinero, rutina, ostracismo, pobreza, depresión, ideales de belleza, ecología entre muchos otros- desde los libros para comprender mejor nuestra realidad, dar un descanso a nuestra rutina a través de la imaginación y ejercitar la empatía viajando a través de los diferentes puntos de vista, tiempos y perspectivas de los personajes. Hablar del trauma de la desaparición forzada en México a través de las voces fantasmales de Comala, del feminismo desde el boom de autoras africanas o de las enfermedades mentales leyendo los libros de Philip K. Dick. 

Existen muchas iniciativas enfocadas a promover la lectura en niños y jóvenes pero hay poco lugar para ejercitar la imaginación desde la lectura para los adultos, quienes en opinión de Literoscopio, son los lectores más importantes, ya que transmitirán con su ejemplo el hábito de la lectura a las siguientes generaciones, ayudará a su desarrollo pleno en la madurez, activará la empatía y dará una perspectiva más amplia, así como herramientas para expresarnos sobre los temas que requieren nuestra acción hoy en día.  

 Es por ello que creemos importante la existencia de proyectos como Literoscopio que se atrevan a invadir los cafés, las oficinas, bibliotecas y bares para llevar a literatura a donde sea necesario para normalizar su difusión, llegar a todos los posibles lectores con una alternativa que los enganche, emocioné y ayude a vivir su realidad de una manera más plena y consciente.

 Quisiéramos hacer sinergia con escritores o editoriales para acortar la brecha que existe entre el libro y el lector creando así una comunidad de lectores activos que conozcan y consuman productos culturales para cambiar nuestra realidad.   

*Altas y bajas, Antología BABEL 2019

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