Tan solo quien ha sido esclavo puede convertirse en tirano

Manel Costa

“Me produce un tremendo asco la presencia de esos seres que, dejados de la mano de su dios, recogen humildemente lo que otros tiran.

Deduzco que estos hombres tienen un ‘papel’ concreto a representar en esta vida y sería injusto que por falsos derechos o remordimientos ficticios los sacáramos de la miseria.

Pienso que están aquí para que provoquen repulsión, aflicción, remordimiento y otras tonterías por el estilo (en pocas palabras, necesitamos este espectáculo para reconfortarnos con nuestras limosnas), pero, sobre todo, porque en un momento dado (de inseguridad y pequeñez) podamos aplastarlos con facilidad, sin apenas oposición y… ¿por qué no decirlo?, con cínica satisfacción de poder y (aparente) superioridad. En consecuencia, están por ello, para ser útiles a los demás seres superiores.

Una administración correcta y eficiente nos otorgaría a cada ciudadano libre un ser despreciable con quien depositar nuestra penitencia e ira. Con estos subciudadanos nos podríamos cebar siempre que nos diera la gana, serían como los depósitos donde se lanza toda la maldad acumulada. Todo esto podría aplicarse también a nivel de naciones; pienso que sería un gran acierto para todos. La paz (menos en un punto de la Tierra, naturalmente) volvería a renacer.

Creo que, tan pronto como consiga salir de mi estrato, de mi baja categoría en la que me encuentro, trataré, por todos los medios, de poner en práctica todo lo que he dicho.”

P.D. El escritor no se hace responsable de las opiniones de este hijo de puta.

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